Con una temperatura media anual de -10 ºC, que en invierno baja a -40 ºC, la capital de la república rusa de Sajá Yakutsk, con 269.500 habitantes y también situada en Siberia, a orillas del río Lena, se lleva la palma. Su clima  tan extremo se debe a las peculiaridades geográficas de Siberia. Este vasto territorio se halla aislado del efecto regulador de los océanos: el Atlántico queda demasiado lejos, los macizos montañosos bloquean la salida al Pacífico y el único mar relativamente accesible es el océano Glacial Ártico... que está congelado todo el invierno.

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