El origen de la letra Ñ viene de una abreviatura creada para representar un nuevo sonido que no existía en el latín. En ese sentido, el francés y el italiano escogieron la forma “gn”, como “champagne”; el catalán escogió la forma “ny”; mientras que el castellano se quedó con la “nn”. Sin embargo, los escribanos, para ahorra tinta y tiempo, escribían sólo una “n” con una raya encima que vendría a ser la segunda ene. 

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