Los preparadores físicos recomiendan inspirar por la nariz y espirar por la boca.

Los gimnasios y otros lugares donde se hace deporte suelen acumular polvo, humedad y gérmenes, y la nariz hace mejor de filtro que la boca. En cambio, a la hora de exhalar es mejor hacerlo por la boca, ya que aumenta la evaporación y se eliminan más fácilmente las toxinas.
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